Flecha Valona 2025

Otra salvajada de Pogacar: recital en el Muro de Huy para llevarse la Flecha Valona

Tadej Pogacar se lleva su segunda Flecha Valona con un recital en el Muro de Huy, con un ataque fulminante a 300 metros de la meta

Respondió a un acelerón de Healy con una arrancada que nadie pudo seguir

Skjelmose se cuela en la fiesta de Pogacar y Evenepoel para ganar la Amstel Gold Race en la ‘foto-finish’

Pogacar, ciclismo, Flecha Valona
Tadej Pogacar celebra su victoria en la Flecha Valona. (EFE)
Hugo Carrasco

Tadej Pogacar llegaba con dudas, después de haber encontrado oposición en las últimas carreras, pero nadie pudo con él en el Muro de Huy. El esloveno volvió a dar un auténtico recital para llevarse la Flecha Valona 2025, la segunda en su palmarés tras la de 2023. Un ataque estratosférico, como respuesta a la intentona de Ben Healy a falta de 300 metros para la meta, le permitió llevarse sin oposición o algo que se le pareciera la segunda clásica de Las Árdenas. Por detrás, entraron Vauquelin, a 10 segundos, y Pidcock, en el mismo grupo de un Evenepoel que terminó noveno.

A seis kilómetros del final, el UAE seleccionó la carrera, reduciendo el pelotón gracias al ritmo impuesto por Christen. Uno de los que se quedó atrás fue Benoot, despidiéndose de sus opciones y dejando al Visma sin presencia entre los favoritos. Quedaba todo definido para la ascensión final, al infernal Muro de Huy, de 1,3 kilómetros al 9,3% de desnivel. Y allí el Caníbal volvió a devorarlos a todos.

En una carrera marcada por el frío y la lluvia, hubo que lamentar la baja del grupo de favoritos de Mattias Skjelmose. El ganador de la Amstel Gold Race llegaba como uno de los hombres dispuestos a disputarle la segunda clásica de la semana a Pogacar, pero un accidente se lo impidió. Acabó abandonando la carrera al quedarse sin opciones de triunfo. Tampoco tuvieron mucha opción de pelear Aranburu y Enric Mas, que se descolgaron del pelotón en la segunda vuelta al circuito final, cuando quedaban aún 40 kilómetros para meta.

La escapada con la que comenzó la carrera dejó a tres corredores que buscaban un protagonismo inesperado. Se trató de los noruegos Dversnes, Leknessund y Foss. Consiguieron llegar a los últimos kilómetros en solitario, pero entonces el pelotón, liderado por el UAE de Pogacar y el Soudal-Quick Step de Evenepoel, les dio caza. Restaban sólo dos cotas por delante, Cherave y el Muro de Huy. Como es habitual, la Flecha Valona se decidiría en las rampas finales.

La Flecha Valona vuelve a coronar a Pogacar

El Muro de Huy aparecía como juez y era un medidor para el nivel de un Tadej Pogacar que se había mostrado más terrenal de lo habitual en las últimas semanas. Sus dos segundos puestos consecutivos, en la París Roubaix, tras un error sobre el pavé que le impidió pelear la carrera con Van der Poel, y en la Amstel Gold Race. En esta última, celebrada el domingo, el esloveno consiguió irse en solitario, pero su ataque no fue definitivo, ya que le dieron caza por detrás Evenepoel y Skjelmose, imponiéndose el danés en un sprint de lo más ajustado.

No estuvo ajustado para nada el final de esta Flecha Valona. Las dudas que había, se encargó de disiparlas el campeón del mundo. Aunque Healy pensó que podía rascar algo en Huy, el Arcoiris contestó de forma contundente. En una demostración de potencia, comenzó a subir las rampas del muro final como si no costasen. A 300 metros lanzó su ataque y no paró hasta atravesar la meta, dando un golpe de autoridad de cara a la Lieja-Bastoña-Lieja del domingo, donde buscará su tercera victoria, la segunda consecutiva.

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